Por Irene Naranjo

Lo primero que pensé al empezar Este cuerpo me sienta de muerte fue “otra más de terror adolescente”. Tampoco tenía muy claro si estaba totalmente preparada para sustos y gore, ya que lo único que conocía de antemano era un título que deja bastante que desear (que además difiere sustancialmente de su original ‘Freaky’) y un cartel que me transportó al humor de la brillante Trilogía del Cornetto de Edgar Wright.

Desconocía también a su director, Christopher Landon, del que he podido comprobar con Feliz día de tu muerte que siente devoción por el slasher, Scream, Sé lo que hicisteis el último verano, Leyenda urbana, Destino final y todas esas películas que me tragaba encantada de adolescente, de repente empezaban a volver a mi memoria. Algo a lo que llamo: el regocijo nostálgico.

 

Y así es como me puse a disfrutar y a sufrir cómo un asesino en serie (Vince Vaughn) se introduce en el cuerpo de una adolescente (Kathryn Newton), y una adolescente en el de un temido grandullón. Todo ello con una atmósfera extremadamente yanqui de fondo en la que los sustos dan paso a un tono más cómico donde ver a Vince Vaughn haciendo aspavientos tiene hasta su gracia.

Sin duda, 102 minutos bastante entretenidos dignos de palomitas y, por qué no, aptos para hacer manitas en el cine con los sustos como excusa.

Importante: abstenerse personas con hematofobia.