Por Isabel Turel
Marie Castille Mention Schaar dirige esta conmovedora película de casi dos horas de duración que relata la historia real de Zahia Ziouari, reconocida música y directora de orquesta francesa de origen argelino. La historia de Divertimento se inicia en 1995 en el humilde distrito 93 francés y narra la vida de Zahia, cuya pasión por la música clásica es enorme y cuyo sueño de convertirse en directora de orquesta siempre está latente. Junto a ella encontramos a su hermana gemela, Fettouma, violonchelista profesional. Las dos son amantes de la música sinfónica desde muy niñas, amor que les inculcó su padre.
Este sueño era un gran reto en los años 90, más aún siendo mujer y de origen argelino. Las hermanas querían conseguir que la música clásica fuera accesible para todos y en todas partes Todo esto lo consiguieron con determinación, pasión y valentía. Crearon en Seine-Saint-Denis su propia orquesta sinfónica, Divertimento, y con ella continúan dedicando parte de su tiempo a proyectos de promoción y sensibilización de la música sinfónica, dando oportunidades a jóvenes con pocos recursos.
Sergiu Celibidache, importante director de orquesta de origen rumano de aquellos años, fue su mentor y la ayudo a conseguir sus objetivos. Él le decía:» Si estás sola, no puedes conseguir la fusión con la orquesta, solo si la orquesta y tú sois uno solo, es cuando se produce la magia, se produce el milagro«.
Oulaya Amamra (Premio César a la mejor actriz revelación), Lina El Arabi, Niels Arestrup, Zinedine Soualem o Nadia Kaci forman el reparto del filme, que cuenta con una estupenda música de Elise Lugern y la magistral dirección de Mention Schaar.
Divertimento es optimista, esperanzadora e inspiradora. Muchos personajes (la mayoría estudiantes de música) y todos los actores que intervienen saben tocar su instrumento. La preciosa selección de temas clásicos que se interpretan a lo largo de la película son buena prueba de ello.
En cuanto a la directora de la orquesta, Zahia Z, se puede afirmar que es una de las más prolíficas de Francia, habiendo dirigido a orquestas nacionales en muchos países y brillando mundialmente. En Francia ha recibido las más altas distinciones. Decía Zahia que la música no puede cambiar el mundo, pero puede cambiar a las personas. «La música es vida y la vida es la música«.
La orquesta Divertimento cuenta actualmente con 70 instrumentistas de distintos países y tiene como objetivo dar acceso a la música clásica al mayor número de personas posible.