Crónica by Paula Pérez (@feminasingular)

Apenas han pasado tres días desde que finalizó la segunda edición del festival Cala Mijas y la resaca emocional, física y, por qué no, también monetaria aún causan estragos. Y es inevitable volver al móvil a rememorar los conciertos y hacerse autoboicot porque, lamentablemente, terminó el festival y en cierto aspecto también el verano.

Pero esta crónica pretende ser una pequeña puerta entreabierta para volver a él y a todo lo que se vivió en los tres días de cartel, mientras España se preparaba para una tormenta bastante preocupante. Un cartel que es la mezcla perfecta ente los géneros alternativos, indie, punk y electrónica del panorama musical. Incluso podría decirse que es una copia casi exacta del BBK, solo que perfecta para los que en lugar de la montaña prefieren la playa.

Y aunque parezca que su recorrido viene de largo, sobre todo por la calidad de las bandas y de la organización, este festival acaba de realizar su segunda edición, acogiendo a más de 100.000 personas y a grupos internacionales del calibre de The Strokes, Arcade Fire, Florence + The Machine y Foals. Cabezas de cartel por los que mucha gente se desplazó desde Italia, Alemania, y otros muchos lugares hasta Málaga, convirtiendo este evento en un festival internacional no solo por los grupos de música que tocaron, sino también por el público, compuesto por gente de todo tipo, estilos y edades. Podías encontrarte desde familias con niños pequeños, hasta gente que había ido sola y había acabado formando su nuevo colectivo festivalero. Ahora sí, basta de rollos, esto es lo que paso a modo diario:

 

Cala Mijas 2023 – «La tormenta musical que ha arrasado la Costa del Sol en su segunda edición»

 

Día 1- Jueves

La primera parte del día 1 para muchos/as consistió en llegar hasta Málaga y, una vez allí, continuar el camino hasta la siguiente etapa: el camping del Cala Mijas para montar el campamento base y la guarida del resto del festival. También los había quienes habían optado por el glamping o por alquilar casas en algunos de los pueblos o municipios cercanos. Aunque para ello había que sumarle alguna cifra a los económicos 30 euros que eran las tres noches en el Hipódromo.  Así es, el suelo que normalmente pisan caballos se convirtió en el hotel de muchos (con seguridad, baños y un bar abierto las 24 horas del día), pero con un aspecto nada alentador a la hora de pasar mucho tiempo en él. Faltaba verde y espacio para generar cualquier tipo de sentadilla (aunque igual ese era el objetivo).

 

camping cala mijas 2023

Foto de @feminasingular

 

Una vez montadas las tiendas, la gente empezó a hacer grupos improvisados para compartir Uber y hacer compra en supermercados. Una idea batallera y de primeras agotadora pero realmente buena, porque además de que los precios en el festival se multiplicaban, cuando los buses de la organización no estaban activos era la única manera de acercarse a la civilización (y la forma más inteligente de hacerlo era compartiendo gastos). Aunque este jaleo sucedía con algunos itinerarios, como el de la playa al pueblo, cierto es que los autobuses lanzadera gratuitos que te acercaban al recinto y te llevaban de vuelta al camping estaban activos hasta las 7 de la mañana y pasaban con muchísima frecuencia.

Pero al grano, ¿quién abrió el Calas Mijas 2023 y quién puso banda sonora a la primera noche? Arrancó la DJ Buganvilia a las 17 horas, continuando con Vera Fauna, Juicy Bae y Cala Vento en el resto de los escenarios. Un comienzo potente, enérgico y variado, similar a arrancar con un buen desayuno la mañana. Algo más que necesario, porque el último concierto del día empezaba a las 3:30 de la madrugada con el irlandés Cormac.

Y entre medias la calidad escénica y musical estuvo asegurada con artistas como la inigualable Siouxsie, que a sus 66 años llenó el recinto de un cóctel de elegancia y rock con un show impecable, o con grupos como Foals y Arcade Fire, dos de los más esperados. Las dos bandas estuvieron totalmente a la altura de la espera y, en el caso de los segundos, los canadienses fueron uno de los grupos más ovacionados (y con razón).

 

FOTOArcadeFire

Foto de Oscar L. Tejeda (Cala Mijas)

Aunque si nos referimos a tralla y energía esa noche la pusieron IDLES a base de rasgueos de guitarra que se te metían en el pecho directos, golpes de batería y gritos bien afinados que resultaban descargas eléctricas con las que te venías arriba. Tal fue su directo que hasta gente que no los había visto nunca pasó a añadirlos a sus listas de Spotify al instante.

Eso sí, estas no eran las únicas opciones, también hubo hueco para música más alternativa como Amaia y para la electrónica mágica de Moderat o la del trío madrileño VVV [Trippin’ You].

Respecto a las primeras sensaciones del recinto (y así se mantuvieron el resto de los días), en todo momento la sensación fue de amplitud y comodidad (excepto en algunos instantes en los baños). Cero agobios y mucho menos pesadez a la hora de moverse entre escenario y escenario. Todo pillaba relativamente a mano, teniendo en cuenta sus tres escenarios (Sunrise, Sunset, Victoria) y La Caleta, ligeramente más apartada y el lugar perfecto para los amantes del tecno, además de ser uno de los más bonitos. Simulaba el mítico espacio Basoa del ya mencionado BBK, trasmitiendo sensación de bosque, y contaba con una bola de discoteca gigante que decoraba el cielo con una iluminación de diez. Un lugar al que recurrió mucha gente entre concierto y concierto (esa noche y las siguientes) para levantar el ánimo al ritmo de sesiones como la de Nicola Cruz DJ set.

 

FotoLACALETAboladiscoteca

Foto de Cala Mijas

 

Y tanto si se conseguía llegar a las primeras filas o se prefería disfrutar a lo lejos, el sonido y la visión eran realmente buenas. Eso y el encontrarse con alguien en caso de separarse o perderse, ya que la entrada contaba con un arcoíris gigante que servía como punto de encuentro y también como chill out improvisado, pues su césped artificial lucía como un colchón cuando el cansancio apretaba y desde allí se podía visualizar el escenario principal.

En fin, la cosa empezaba fuerte y más que bien.

 

Día 2- Viernes

A las 10 de la mañana ya sonaba música por el Hipódromo, así que tocaba despertar y recargar pilas con un café a precio aeropuerto (2,50€) de la food truck instalada en el camping. Un paso necesario y más que merecido para empezar con ganas el segundo día, que consistió en alargar las vacaciones y seguir disfrutando de buena música.

Y es que el line-up y los horarios del festival daban para organizarse un día de verano al completo. Empezando por ir a pasear al pueblo de Mijas (al que se podía llegar con autobuses lanzadera gratuitos ida y vuelta), siguiendo por un baño en la playa con una buena comida en cualquiera de sus bares, y continuando con un brindis a golpe de música justo al lado. Y es que la playa de Mijas hizo hueco para un escenario que tenía como atrezzo las palmeras y la Costa del Sol, que recogió entre las 12 y las 16 de ese día (y el siguiente) grupos como Ben Yart, con acceso gratuito. ¡Una manera perfecta de acercar la música a la gente local o a los turistas!

 

 

Después, vuelta a la carga y al recinto con DJs y grupos nacionales y alternativos como Yung Prado, Toppanga Kido, Compro Oro, Cariño, Delaporte y los magníficos Lori Meyers, una gran lista que se fusionó de nuevo con artistas internacionales que incendiaron el escenario y los espíritus a base de directos inolvidables. Es el caso de los australianos Amyl and The Sniffers, que hicieron estallar al público con su punk en forma de pogos en loop, de los franceses M83 con su maravilloso hitMidnight City’, del colectivo de electrónica Acib Arab y sus hipnóticos visuales o de la banda napolitana Nu Genea, en la que la cantante lució una original capa con los colores del festival.

Aunque uno de los highlights de la noche y por los que la gente se abalanzó sobre el escenario en masa fueron The Strokes, uno de los pocos grupos por el que el público hizo fila horas antes y también de los únicos que se hizo esperar, alargándose después con dos bises. Pero, en mi opinión, el show y la energía del dúo de electrónica que puso música a la película Trainspotting, Underworld, estuvo muy por encima, sobre todo por los movimientos incesantes y contagiosos del cantante Karl Hyde.

El resumen: una noche excitante y que puso a punto los espíritus en todo momento, asegurándolos para el sábado. Como una ronda de chupitos con un buen brindis. Sobreestimulación constante que hacía falta reposar para dejar hueco al último día.

 

Día 3- Sábado

El cuerpo ya se había hecho al trasnochar y al Hipódromo, donde ya se habían generado espacios habitables, como neveras portátiles acompañadas de espejos convertidas en tocadores para maquillarse o tendederos compartidos entre vecinos de tiendas de campaña.

Aunque esta vez el tiempo no acompañaba tanto para un baño en el mar. Se avecinaba tormenta o eso decía la AEMET, pero el plan estaba claro: volver a bajar al pueblo, buscar comida rica y ver los conciertos de la playa. Ese día reunieron a grupos como Sistema de Entretenimiento o Aiko el grupo, que cuando acabaron a las 16 horas ya habían activado a la mayoría de gente. ¿Siguiente paso para aprovechar todo ese golpe de energía? Ir a ver a La Plazuela al recinto y bailar al ritmo de su roneo funk. Y eso ya fue un no parar.

Les siguieron Judeline con su música urbana, Jose González con un folk delicado e inspirador, el rapero Duki y los gallegos Baiuca, entre otros muchos grupos. Una montaña rusa de emociones y de géneros musicales que permitían disfrutar a cualquiera.

Pero de nuevo, como era de esperar y más en la última noche, la velada tuvo sus puntos fuertes como Florence + The Machine, que sin duda fue uno de los broches de oro del festival y de los directos más emocionantes. Más aún después de que la artista tuviese que cancelar varios conciertos por problemas de salud, pero mantuviese el Cala Mijas. Además, el ambiente estaba intensificado por la ola de fans que siempre la siguen y no de cualquier manera, sus outfits eran dignos de pasarela y toda una oda al estilismo de la cantante.

 

FOTOFlorence

Foto de Sharon López (Cala Mijas)

 

 

Metronomy fue otro de los ‘tops’, con una puesta en escena más que potente y un repaso eléctrico a lo mejor de toda su discografía. El grupo indie-pop escocés Belle & Sebastian armó el jolgorio al subir a multitud de fans al escenario, creando toda una celebración altamente contagiosa y, por supuesto, el dúo parisino The Blaze personificó un cohete y nos llevó al espacio con una sesión impecable acompañada de sus videoclips, en la que mucha gente colapsó emocionalmente (en el buen sentido).

Arca y La Élite cerraron dos de los escenarios del festival, interrumpidos por un golpe inesperado de lluvia que caía con la misma fuerza con la que intentaban levantar la noche. Y aunque la DJ venezolana continúo, no tuvo la misma suerte el dúo del nuevo punk, pues la posición del escenario jugó en su contra. Eso sí, tuvieron tiempo suficiente para hacer de las suyas y mostrar su rebeldía, su garra y su feeling con otros artistas, ya que subieron por sorpresa a compartir temas HOFE y el mismísimo Diego Ibáñez de Carolina Durante.

La lluvia asustó a muchos asistentes que hicieron un punto de inflexión y pegaron volantazo para volver a las tiendas y plantear la ruta de vuelta, con unas previsiones temporales bastante apocalípticas por la tormenta DANA. Aunque duró poco y los que hicieron frente a las gotas de lluvia pudieron disfrutar del cierre que se merecía el festival, con una sesión en La Caleta de la DJ alemana Helena Hauff que puso fin a tres días veloces e irrepetibles. Al final, la única tormenta que se vivió en el recinto fue la musical (de nuevo en el buen sentido) y tocaba decir adiós.

Sin duda alguna, ha sido un festival de sobresaliente y para repetir, no solo por los artistas, también por la localización y las fechas, siendo un soplo de aire fresco antes de la vuelta a la rutina y una excusa perfecta para disfrutar de playa, buena comida y, por supuesto, ¡música! ¡Esperamos con entusiasmo la tercera edición!

 

FOTOGENTEFINAL

Fotografía de Cala Mijas