Aún recuerdo cuando escuché por primera vez a Arctic Monkeys. «When The Sun Goes Down», en 2004, era como un puñetazo en la boca. Por aquella época Alex Turner y compañía tenían menos de 20 años. Ahora, tras casi una década, Arctic Monkeys se han hecho mayores. La timidez de los de Sheffield ha desaparecido para dar paso a una confianza extrema.
El cuarteto se presentaba por 4º vez en su carrera en Madrid para presentar «AM», su último álbum, y el Palacio de los Deportes, cada vez más infrautilizado, les esperaba como ya hizo el año pasado. No se habían vendido todas las entradas pero el no-lleno debió de ser por escaso número ya que hasta el último minuto las taquillas estuvieron activas vendiendo los pocos tickets que quedaban. Aun así el aspecto del pabellón era de noche grande.
Los precoces The Strypes, entre 16 y 17 años, fueron los encargados de telonearles con un directo más que prometedor. Presentaban «Snapshot», su álbum debut publicado este mismo año. Su directo fue muy sólido y con ese aire años 60 que les caracteriza llenando hasta el último recobeco del Palacio. No debe ser fácil tocar en un espacio tan grande a esa edad pero los irlandeses demostraron tener unas tablas que asustan. No queremos imaginar de qué serán capaces cuando lleven unos añitos más en la industria. «En Jake Bugg y The Strypes We Trust».
El turno de Arctic Monkeys estaba próximo y en la pista se observaba más espacio de lo habitual, nada que ver con aquel concierto que dieron en Vistalegre en 2009 en el que no cabía ni un alfiler y no había casi espacio para respirar. De todas formas, la pista estaba llena. En nada, los 4 hicieron su aparición y el riff de «Do I Wanna Know?» reventaba los amplificadores. Una genial forma de dar comienzo a los 21 temas que tocarían en toda la noche. Hay que decir que la primera parte del concierto fue un subidón, un no parar, quizás fueron 20 minutos pero parecieron 2. Y es que empezar con los temas más potentes es lo que tiene. «Brianstorm», «Dancing Shoes», «Don’t Sit Down Cause I Moved Your Chair», «Teddy Picker», «Crying Lightning» recordaron a los Arctic Monkeys más despreocupados y adolescentes. El público estaba que se subía por las paredes, disfrutando como nunca.
A lo largo de la noche se pudieron observar varias cosas de la banda. Ya no son un grupo tan soso en directo como lo eran antes. Alex Turner ha aprendido a interacturar con el público y cada día es más frontman. Ha cambiado o, mejor dicho, Josh Homme ha hecho que cambie y mejore, siendo la mayor inspiración que ha tenido en su vida. Sus constantes movimientos de cadera, su tupé y aspecto rockabilly y su soltura sobre el escenario eran impensables hace unos añitos. «This song is for the ladies«, frase que repitió en 5 o 6 canciones, fue otro de los síntomas de que Alex se siente el hombre más seguro del mundo. La mencionada madurez de la banda, tanto musical como física con Jamie Cook enfundado en un traje inmaculado fue evidente. Saben que nadie puede pararles y que no paran de crecer y ganar seguidores en todo el mundo. «Antes no éramos sexys, ahora sí», decían en una entrevista hace unos días. Confianza absoluta.
El concierto bajo de intensidad en su segunda parte, cuando entraron a escena canciones más lentas del nuevo álbum como «One For The Road» o «I Want It All». Fue otro de los síntomas de madurez. Ya no van tanto a por las canciones rápidas, las baladas han ido ganando terreno y parece que vienen para quedarse. Aunque también había tiempo para que sonaran ya clásicos, «I Bet You Look Good On The Dancefloor», «Old Yellow Bricks», acompañado de unas luces amarillas más que bien sincronizadas, y «Fluorescent Adolescent» fueron oro puro para los fans de toda la vida de la banda.
El Bis llegó tras «I Wanna Be Yours» y el jaleo de la gente reclamando más. Pudieron haber elegido temas más recurrentes como «When The Sun Goes Down» o «Fake Tales of San Francisco», que ya no aparecen en sus setlist, pero parece que para escuchar temas de «Whatever The People Say I Am That’s What I’m Not«, tendremos que esperar a una gira de aniversario de aquel álbum debut tan genial. En su lugar «Snap Out Of It», «Mardy Bum», tema de aquel álbum que convirtieron en una balada aún más grande tocada en semiacústico, y «R U Mine?», perfecta para echar unos últimos saltos, echaron el cierre al concierto de la banda en Madrid. Un concierto de hora y media que se pasó volando y en el que hubo algún cambio de ritmo, pero que fue más que contundente y contentó a todo el mundo.
Ahora solo queda saber, «¿Cuál será la próxima etapa de la banda?«
Crónica by Ray Vegas
Promotora: Miles Away
Setlist:
- Do I Wanna Know?
- Brianstorm
- Dancing Shoes
- Don’t Sit Down Cause I Moved Your Chair
- Teddy Picker
- Crying Lightning
- Fireside
- Reckless Serenade
- Old Yellow Bricks
- One For The Road
- Arabella
- I Want It All
- I Bet You Look Good On The Dancefloor
- Cornerstone
- Piledriver Waltz
- Why’d You Only Call Me When You’re High?
- Fluorescent Adolescent
- I Wanna Be Yours
- Snap Out Of It (BIS)
- Mardy Bum (BIS)
- R U Mine? (BIS)