arctic monkeys 2018 disco

Como ya sabrás, hoy se publica Tranquillity Base Hotel & Casino, el nuevo disco de Arctic Monkeys. Ante la división mundial que se avecina y tras haberlo escuchado por primera vez hace unos días, hoy lanzamos dos opiniones, una a favor y una en contra, sobre el disco.

Allá vamos.

 

A FAVOR – RAY

Como en la vida, enfrentarse a un disco depende de cuál sea tu actitud inicial, de tus expectativas. Puedes saber que el optimismo está a punto de entrar por tus oídos o, en cambio, que estás a punto de embarcarte en un viaje deprimente a la vez que maravilloso. Ante Tranquillity Base Hotel & Casino nos encontramos con esta duda y tras los cientos de comentarios surgidos previamente a su publicación, nos acercamos más a la segunda opción, y además la combinamos con una premisa: la de poner el 100% de los sentidos en su escucha. En serio, deja el móvil por unos minutos y concéntrate en sus once canciones, si no lo haces te rendirás rápidamente, te parecerá un disco aburrido, pero si aguantas concentrado apreciarás su grandeza.

Porque este álbum está repleto de detalles, de melodías densas e incluso oscuras. Destila elegancia y buen gusto en cada uno de sus acordes y gana puntos con cada escucha. Al igual que hicieron con Humbug, Arctic Monkeys regresan a la experimentación en Tranquillity Base Hotel & Casino. Y eso es un gran noticia, han vuelto a arriesgar sin miedo a perder a muchos de sus fans. Y entiendo que pueda parecer aburrido al principio, pero ya he comentado en alguna ocasión que las mejores cosas de la vida no entran de primeras, te enamoras de ellas una vez reposadas. Y así pasa también con la mejor música.

Y hablando de la vida, no podemos pretender que Alex Turner y compañía sigan practicando ese rock de Sheffield que les hizo mundialmente famosos a mediados de los 2000. Su sonido ha evolucionado acorde a sus experiencias, y en este disco lo que buscan (o busca Turner) es la perfección a nivel estético, además de encontrarse a sí mismos a nivel musical.

En definitiva, estamos ante un disco que a priori podría decepcionar fácilmente pero que cuanto más atención y cariño le pones más te convencerá. La única duda que me surge es si Arctic Monkeys continuarán la senda de la tranquilidad, pero seguro que Turner, en su búsqueda del sonido perfecto, volverá a dar rienda suelta a sus sentimientos más profundos con melodías que nadie espera.

 

EN CONTRA – DANI

Querido Ray: En primer lugar me gustaría decirte que entiendo a la perfección tu emoción ante un nuevo trabajo de los Arctic Monkeys después de tanto tiempo. Yo soy el primero que escuchaba «The View Of The Afternoon» a todo volumen antes de salir de fiesta, que descifraba las ingeniosas letras de «505» o que abría su corazón con «Cornerstone«. Sin duda los de Sheffield me han hecho pasar grandes momentos, pero esta vez, el resultado no es el que cabría esperar.

Y eso que me encanta que los grandes grupos amplíen su horizonte de sonidos para conformar un disco totalmente inesperado. Pero lamentablemente, el sonido de este Tranquillity Base Hotel & Casino ya lo hemos escuchado antes. Ha sido bajo el nombre de The Last Shadow Puppets; aquel curioso experimento en el que Alex Turner y Miles Kane sonaban a pop barroco bajo los arreglos sinfónicos de Owen Pallet. La diferencia está en que esta nueva revisión no sorprende, ni cuenta con aquellos maravillosos arreglos orquestales.

Lo peor es que esto ya se veía venir desde hace algún tiempo. Las noticias hablaban de un disco conceptual compuesto casi en su totalidad por Turner y grabado por partes y de forma separada. Creo que este es el principal problema del disco: Alex Turner ha absorbido el sonido de los Arctic Monkeys para llevarlo a un terreno en el que ciertamente, no se le nota demasiado inspirado.

Puedo comprarte este LP como un disco del cantautor en solitario, pero no como la gran vuelta de los monos del ártico tras 5 años de parón. Y te lo voy a intentar explicar con un ejemplo: En el disco hay muchas secciones de lucimiento personal para Turner, pero, ¿podrías decirme alguna parte en la que destaque la batería de Matt Helders?. Parece que nos hemos olvidado de él, pero lo cierto es que Helders es un experimentado batería que maneja el doble pedal como pocos. Algo que aquí pasa completamente inadvertido.

En resumen, Tranquillity Base Hotel & Casino no es un mal disco, pero queda bastante lejos de la trayectoria de los de Sheffield. Unas canciones que no invitan especialmente a volver para recorrerlo en profundidad, y que nos hace plantearnos cómo encajarán dentro de su Setlist. Quizás Alex Turner tenía razón con eso de «Don’t Believe The Hype«. Quizás la culpa sea nuestra por poner las expectativas tan altas.