25 años dan para mucho. Que se lo digan a Robert Ellis. El texano, con un cuarto de siglo en sus piernas, sabe bien qué es aprovechar el tiempo. Tres álbumes a sus espaldas y un sonido digno de alguien que supera sobradamente la cuarentena lo dejan bien claro. Sus raíces se sienten en su estilo, fusión de country, americana y folk.
Hombre de larga cabellera y mirada penetrante, el texano decidió dejar atrás esa etapa y cortárselo hace unos meses. Y no le ocurrió como a Sansón. Su fuerza musical no perdió ni un ápice de sentimiento o fuerza. Su tercer y último álbum, The Lights From The Chemical Plant, le acercó, en cambio, al gran público y supuso un paso adelante en su carrera. ¿La fórmula? Melodías más asequibles y un sonido aún más maduro, con temas acústicos de hasta 7 minutos de duración.
Y es en directo donde saca sus mejores armas: una elegante destreza a su guitarra y una voz sin fallo alguno. Este martes llega a Madrid para convertir la sala Boite en un local cavernoso de Nashville durante una única e ineludible noche. Ideal para un postvacacional y lacrimógeno 9 de septiembre.
