León y el Purple Weekend siempre han estado destinados a encontrarse. Juntos conforman un amor que ya va camino de su 30 aniversario. Por el camino han cosechado muchos éxitos mientras se convertían en una referencia estatal. Allí hemos visto por primera vez en España a grupos como The Black Angels o Jacco Gardner.

Su influencia cultural siempre se ha extendido más allá de la música. Si te acercas por León durante el puente de diciembre vislumbrarás desfiles de scooters clásicas, ferias de vinilos o hasta un desfile de moda. Más de 11.000 personas se han dejado llevar en esta nueva edición, dejando en la ciudad cerca de un millón de euros en impacto económico.

Sin duda se han vivido grandes momentos, en el que ha sido un festival de lo más variado. Ahora ya solo queda iniciar la cuenta atrás para lo que promete ser un aniversario de lo más especial. Pero por el momento, conviene recordar este 2017 como un punto más en la historia de León. ¿Te apuntas? Empezamos.

 

Como es tradición, la primera jornada del festival se celebra dentro del Museo de Arte Contemporáneo de forma totalmente gratuita.  El entorno que rodea a los conciertos es inmejorable, acompañado de exposiciones de carácter cultural a la media tarde. El único punto negativo es la acústica, ya que al no ser un sitio ideado para albergar conciertos se sufre efecto eco o rebote en los sonidos más graves.

Together PANGEA

Together Pangea en el miércoles del Purple Weekend

Los californianos se han convertido en un verdadero referente dentro del garage punk en los últimos años. Una buena prueba de ello ha sido la locura colectiva que ha desatado su gira por toda la geografía española, agotando entradas y poniendo en forma a sus asistentes a base de saltos. León no ha sido una excepción dentro de esta gira, y desde su apertura de puertas se notaba cierta expectación y ganas de catar a la formación en directo.

A destacar el aire joven que desprendían las primeras filas, que imprimieron un aire enérgico necesario para que el ritmo del concierto subiera una marcha más. Fue también bastante sorprendente que a pesar del corte punk de su sonido y la acústica del museo, se pudo disfrutar de guitarras bastante limpias.

En cuanto a la elección de los temas, su nuevo disco «Bulls And Roosters» tuvo bastante protagonismo. Este último trabajo cuenta con un par de himnos instantáneos como «Money On It» o «Kenmore Ave.» que piden a gritos expresar la alegría que se siente al ser joven. Las últimas notas corrieron a cargo de «Sick Shit«, su canción más conocida, y sin duda la más coreada.

 

En cada jornada del Purple Weekend se descubre un pequeño rincón de León. El jueves fue el turno para la planta baja del Studio 54, cuyo aspecto recuerda a los pubs de Inglaterra, con un público prácticamente pegado a los grupos.  Hay un par de columnas que restan algo de visibilidad, pero que se compensa con creces gracias a un excelente sonido.

The Allnighters

The Allnighters Studio 54 Purple Weekend

 

«El Purple Weekend siempre es un festival especial para nosotros» comentaban los de Vitoria durante los primeros instantes de su actuación. Y vaya que si se notó; su gran energía desplegada en escena se contagió rápidamente hacia el público. Lo que comenzó siendo una velada de R&B acabó mutando poco a poco hacia un sonido más sureño casi cercano al Soul.

Entre sus guitarras y vientos incendiaron completamente la sala con varios momentos boogie que se alargaron con un doble BIS.

Nikki Corvette & The Romeos

Proveniente de la escena de Detroit, Nikki Corvette llegó al Purple Weekend en compañía de su banda dispuesta a desplegar su arsenal de power pop. Y lo hizo sin demasiadas concesiones; con temas muy rápidos, algunos de ellos con un corte punk cercano a Los Ramones.

El gran despliegue de movimientos que realizó sobre el escenario indicó que publico y artista disfrutaron enormemente de la actuación.

El Espacio Vías fue el epicentro de todas las actividades que giraban en torno a la cultura mod.  Al ya tradicional mercadillo de ropa vintage y vinilos, se sumó un gran desfile de ropa en el que se destacaron algunas refrescantes tendencias retro.

La sala ya cuenta con una dilatada experiencia acogiendo conciertos (una gran mayoría de giras pasan por allí cada año) y eso se nota en su sonido y rápida puesta a punto.

El otro lugar escogido, y que alberga los principales cabezas de cartel es el Pabellón CHF. Con una capacidad cercana a los 2000 espectadores y la presencia de gradas laterales, nunca se tiene sensación de agobio y se disfrutan los conciertos con mucha comodidad.

The Frowning Clouds

The Frowning Clouds purple weekend

Desde Australia no se cansan de crear bandas de gran calidad a medio caballo entre el garage y la psicodelia. The Frowning Clouds son una buena representación del movimiento vivido por aquellos lares. Su presencia en este Purple Weekend ha aportado frescura y dinamismo al cartel, además de sorprender las buenas tablas que muestran ya sobre el escenario.

A simple vista sorprende que un grupo formado a principios de esta década sepa condensar el sonido de los primeros Who y llevarlo a parajes más lisérgicos de esta manera. Se marchan de León con una pequeña legión de fans en el bolsillo.

The Event

The Event León

Había ciertas dudas respecto a la actuación de los americanos. Lo difícil que resulta acceder a cualquiera de sus grabaciones, o que fuera la primera vez que pisaban territorio español generaban algo de desconocimiento e inquietud hacia el grupo.

Por suerte, defendiendo tan bien su directo, todas las dudas se volatilizaron y hasta nos hicieron pensar por un momento en la necesidad de que todos los grupos muestren una presencia continua en internet. El suyo fue un concierto de garage blues, pero de los de antes; de aquellos recitales en los que el frontman agarraba una armónica e improvisaba con ella durante varios temas enteros. En ciertos momentos, su actuación recordó un poco a lo vivido en 2014 durante The Loved Ones. Otra hora de potencia para el recuerdo.

 

Lime Spiders

Lime Spiders Purple Weekend León

La actuación de los Lime Spiders fue un poco «accidentada«. Atravesaron ciertos problemas técnicos en las primeras fases y su cantante mostró una voz algo ronca/desafinada.

Al igual que The Frowning Clouds provenían de Australia, pero con un sonido que desprendía unos aires más punk. Menos elegancia en plus de un punch mayor. Las buenas lineas de bajo y recomposición de los músicos lograron que la actuación consiguiese ir de menos a más.

 

El último tramo del Purple Weekend se antojaba como uno de los más memorables en los últimos años a simple vista. La variedad y buen gusto de las bandas escogidas así lo presagiaban. También parecía anunciarlo el tiempo leonés, que a primera hora de la mañana daba una tregua a la tradicional concentración y desfile de scooters clásicas.

Las primeras filas de gente comenzaban a agolparse en las inmediaciones del Espacio Vías mientras los primeras notas de las pruebas de sonido comenzaban a resonar.

The Living Eyes

The Living Eyes Tour

Los jóvenes australianos han comenzado 2017 de una forma de lo más prometedora. Ya pueden presumir de haber sido teloneros de auténticos grupazos como Thee Oh Sees o Ty Segall. Después de presenciarlos en directo queda claro que dichos grupos han sido dos de sus grandes influencias; tremenda descarga de energía garage punk prácticamente sin descanso, hilando de forma consecutiva canciones de 2 minutos en las que abundaban guitarrazos plasmados con una técnica exquisita.

Vinieron cargados con unas cuantas copias de «Modern Living» su LP más reciente, del cual vendieron copias como churros tras su actuación. Los australianos habían enamorado a León.

The Imperial Surfers

Imperial Surfers Purple

Tras la gran descarga de adredalina que supuso el recital de The Living Eyes, era el turno de un concierto más distendido y reposado.  Algo que consiguieron a las mil maravillas los madrileños, perfectos embajadores del frat surf & roll.

Sus animadas secciones de viento nos hicieron pensar por algún momento que nos encontrábamos en alguna lejana playa de Hawái. ideal para disfrutar con una cerveza en mano.

Roman And The Rosarys

El sol ya se había escondido hace tiempo y tocaba poner rumbo hacia el Pabellón CHF. Era casi hasta complicado avanzar hacia la entrada ante la cantidad de gente que se congregaba en los pasillos de la entrada, buscando combatir el frío.

Roman And The Rosarys fueron los primeros en abrir la noche. Eran conscientes de que quizás no era el grupo más esperado de la noche, pero estaban seguros de dar todo sobre el escenario para sorprender a los presentes. Eligieron mostrar una hora de antiguo y elegante R&B, muy apropiado para prepararnos ante lo que estaba por venir.

The Mystery Lights

The Mystery Lights Purple Weekend

Había cierto aroma en el ambiente indicando que íbamos a vivir algo totalmente diferente. Se notaba en la música elegida para saltar a escena, el juego de luces  (un profundo y penetrante rojo que a veces nos dejaba casi a oscuras) o las caras de entusiasmo en el público presente.

A manos de sus instrumentos, los neoyorkinos son un verdadero tornado; no paran quietos ni un segundo. Los años 60 tienen un gran peso en sus composiciones, pero a pesar de ellos utilizan los suficientes efectos y coros para conseguir sonar realmente frescos. La variedad primó mientras se sucedían una gran variedad de estilos: pysch garage, punk, rock añejo… el grupo parecía adivinar a cada canción lo que necesitaba el público para llegar al éxtasis. Un estado que alcanzaron las primeras filas durante el merecido BIS, empujando la valla delantera hasta casi hacerla caer. Muchos de ellos se marcharon con un vinilo de los Mystery Lights firmado bajo el brazo.

Redd Kross

Redd Kross Purple Weekend 2017

Posiblemente en los festivales en los que más se ubique a Redd Kross sean Azkena o Resurrection. Quizás estén destinados hacia un público rockero más tradicional, pero los californianos supieron llevar el escenario a su terreno a la perfección.

Por ciertos momentos, el Pabellón CHF pareció mutar en un gran estadio. Redd Kross estaban aportando todos los ingredientes de un concierto de masas: riffs pegadizos, solos de batería y un frontman con un carisma de lo más particular. A destacar la actitud del mismo, que además de plantarse con una voz en estado óptimo dio una lección de como marcar los tiempos sobre el escenario (hasta se cubrió con una manta brillante mientras cantaba).

Daba la sensación de que público y banda no querían poner punto y final a la noche, y así lo reafirmaron los 3 BISES seguidos que concedieron. Muchos alargaron la noche hasta el infinito con la sesión de DJ’S en la discoteca Oh!, pensando en todos los buenos momentos vividos. Momentos que seguro se repetirán el año que viene.

¡Viva el Purple Weekend!