En estos instantes en los que la emotividad está a flor de piel, es importante encontrar la música adecuada para sobrellevar los sentimientos. También es el momento de estar unidos, escuchar una canción junto a esa persona y preocuparnos por los problemas verdaderamente importantes de la vida.

No vamos a hablar de clásicos. Dejamos el «Imagine» de Lennon o «Heroin» de Velvet en un escalón aparte. Son canciones que merecerían estar incluidas en otro tipo de listas. En esta podrás encontrar 10 canciones relativamente conocidas, que no ostentan el calificativo de «clásico», pero que se inyectan en el oído de forma permanente. De esas que te persiguen y se esconden en el rincón más profundo (y placentero) de tu memoria.

Puede que tengamos nuestra propia historia escrita incluso antes de llegar al mundo, pero una buena canción es capaz de cambiarlo todo.

 

10 canciones que impresionan en la primera escucha

 

Arcade Fire – «Intervention»

Cuando el órgano de «Intervention» entra en el primer segundo, el mundo se desvanece a tus pies y los pelos se erizan sin que puedas hacer nada para remediarlo. La fuerza que transmite es inmensa y su rastro imborrable. La letra hace el resto para convertirla en un himno.

Sufjan Stevens – «Death With Dignity»

Uno de los emotivos temas del último álbum de Sufjan Stevens. Un sonido cálido y onírico cuya historia consigue impresionar todavía más. Se la dedica a su madre, fallecida de cáncer en 2012. A veces hay que pararse a contar y escuchar historias. Historias que remuevan entrañas.

Edward Sharpe and The Magnetic Zeros – «This Life»

Es casi una experiencia mística escucharla. Creas o no en algo o en alguien, «This Life» te hará llegar a la vida eterna antes que cualquier otra religión. Cierra los ojos, ahora que puedes.

Woods – «It Ain’t Easy»

Una balada acústica, sencilla y sincera. Woods dejan apartada durante un momento su exquisita psicodelia para adentrarse en el sonido más primitivo. La eficiencia y el buen gusto quedan al descubierto tras ese primer acorde de Sol.

Youth Lagoon – «Seventeen»

«No pares de imaginar. El día que dejes de hacerlo será el día que mueras«. Trevor Powers regaló esta intensa reflexión hace cuatro años. «Seventeen» se convirtió instantáneamente y por derecho propio en una pieza de coleccionista. Su minuto y medio final es imborrable.

Micah P. Hinson – «Patience»

Una frase repetida hasta el infinito, Micah P. Hinson tirando de acordes clásicos para llevar al oyente al climax más placentero que haya experimentado en mucho tiempo. De paciencia nada; constancia es su sello de identidad.

Kevin Morby – «Parade»

Probablemente, Kevin Morby sea el músico más talentoso de los últimos tiempos. Su momento de explosión aún no ha llegado, pero no tiene prisa. Mientras tanto, sus temas, «Parade» como máximo ejemplo, se mueven en la candidez más asombrosa.

Bon Iver – «Towers»

Bon Iver lo tiene. Esa capacidad de transformar en algo único un sonido luminoso. Su falsetto llega en «Towers» a su máxima expresión.

The Kinks – «Strangers»

La más antigua de la lista. Porque no solo sabían hacer punk. The Kinks y Ray Davies fueron los responsables de baladas de corte limpio y directo al corazón. «Strangers» es uno de sus ejemplos más conmovedores.

LCD Soundsystem – «New York, I Love You But You’re Bringing Me Down»

Nueva York es una montaña rusa de sensaciones. Es capaz de lo mejor y de lo peor. Así lo refleja James Murphy en una de las mejores descripciones que se haya hecho nunca sobre la ciudad en la que Holden Caulfield, tan carismático, vivió las aventuras que hicieron creer de nuevo a millones de lectores.